Ayer, Domingo de Ramos, después de la procesión, fuimos con los niños y unos amigos para dar un paseo.
El día no podía ser más bonito, ni con mejor temperatura. Y es que como nunca se sabe cuando se estropeará, aprovechamos al máximo para estar al aire libre y que los niños corran y se cansen (lo que sea por un momento siesta en condiciones). Sobre todo la Heredera, que va a su ritmo, normalmente necesita ir unos 10 metros distanciada del resto del grupo, salvo cuando quería darle la mano a su amiga Ana, que entonces corría y se unía a nosotros.
Y como recompensa, al llegar a casa, un cocido madrileño completito, hecho a fuego lento el sábado por la noche, con todo el amor del mundo.
FOTOS INSTAGRAM @lameriendaalas5
Eso si, para bajarlo me fui con mi madre de caminata por le campo durante hora y media, al Valle de las Peonías (mañana).
Besos
Qué bien lo hemos pasado!
Me gustaMe gusta
Pues sí, estuvo muy bien el paseo!
Me gustaMe gusta