Como decoración de la mesa del cumpleaños de La Heredera, puse mariquitas que resaltaban el aire campestre. Y no pueden ser más fácil de hacer.
Solo necesitas: quesitos y un rotulador permanente.
- Abres el quesito (verás que no se abre completamente)
- Precisamente en esa zona que no se abre dibujaremos la cara, que no es más que un arquito y los dos ojos
- Añadimos los puntitos.
Y tenemos mariquita comestible!!
Besos
Millones de gracias Mar!!! Un besazo
Me gustaMe gusta
Jajaja. La creatividad está en cualquier parte!!! Y tu ya la tienes!
Me gustaMe gusta
No había visto las mariquitas!!! Me lo apunto que me ha encantado! Que mano tienes Esther. Me encanta tu blog.
Un beso.
Mar
Me gustaMe gusta
Me rindo a tus pies Esther, creo que necesito rodearme de niños para que mi creatividad despierte un poco más…
Me gustaMe gusta